A principios de los años sesenta, los científicos de la NASA detectaron un extraño cuerpo celeste que se dirigía lentamente hacia la Tierra y calcularon un impacto seguro dentro de 60 años. Basándose en las transmisiones de radio interceptadas de este cuerpo similar a un asteroide, determinaron que había sido guiado a propósito. Para evitar el pánico mundial, decidieron mantener este hallazgo en secreto, pero enviar un robot armado para interceptar el cuerpo y exterminar a las entidades malignas a bordo, llamadas con sorna los siete magos.
Ahora, más de 60 años después, la sonda con el robot ha aterrizado en el asteroide, pero no queda ni un solo científico vivo de la tripulación original. Lo único que queda son documentos dispersos encontrados en una caja mohosa en un sótano de la NASA. Al parecer, el robot tiene que ser controlado mediante tarjetas perforadas, y debido a la rotación del asteroide, sólo hay un pequeño período de para enviar la lista de tarjetas perforadas para ejecutar durante la próxima rotación.
